Descripción
Nunca estará por demás insistir en la trascendencia que la Constitución Federal de los Estados Unidos Mexicanos, sancionada y jurada por el Congreso General Constituyente en la Ciudad de México, el 5 de febrero de 1857, ha tenido en la vida pública de México, relevancia que ha derivado, sin dudarlo, de múltiples hechos históricos que antecedieron a su expedición y entrada en vigor, así como de otros sucesos, inusitados en muchos aspectos en la historia del constitucionalismo moderno, los cuales, se produjeron con posterioridad a la sanción, juramentación y promulgación de la misma Ley Fundamental.
Los postulados básicos de la Carta Fundamental de 1857 –forma de estado y de gobierno, división de poderes, separación entre el Estado y la Iglesia, reconocimiento de los derechos fundamentales de las personas, rigidez e inviolabilidad de la Constitución– han estado y siguen estando vigentes, aunque, en varios periodos no hayan sido plenamente observados, durante ciento veinte años.
Este último hecho, inicialmente insólito, se ha convertido en ordinario y normal en la vida pública de México.
Ello justifica, sin dudarlo, la producción de estudios jurídicos-constitucionales como el que ahora nos presenta el Doctor Ramón Cabrera, centrado en el federalismo mexicano, cuya lectura es, evidentemente, muy recomendable.